10 cosas que deberías saber sobre las comisiones bancarias

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Las comisiones bancarias son un aspecto decisivo a la hora de contratar productos de ahorro o financiación. En Kelisto te contamos 10 cosas que debes saber sobre su funcionamiento y limitaciones legales.

Las entidades financieras tienen total libertad para aplicar las comisiones que quieran, aunque algunos de estos gastos están limitados por ley, otros se pueden esquivar fácilmente y, en ciertos casos, su regulación ha experimentado cambios recientes que debes tener en cuenta antes de contratar cualquier oferta. Para que no te pierdas en este laberinto, en Kelisto te explicamos las 10 cosas más importantes que debes saber sobre las comisiones bancarias.

1. El banco puede cobrarte lo que quiera, siempre que te preste un servicio

Los bancos tienen total libertad para cobrarte las comisiones que quieran, pero solo podrán hacerlo si te prestan un servicio que tú hayas aceptado y si has sido informado previamente del coste que va a tener. En caso contrario, recuerda que puedes presentar una reclamación ante tu entidad.

2. Algunas comisiones bancarias están limitadas por ley

Aunque, en líneas generales, las entidades pueden cobrar lo que quieran por prestar sus servicios, existen algunas excepciones que afectan a determinados productos: 

HIPOTECAS:

Desde la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria en junio de 2019, los bancos tienen algunas limitaciones en la aplicación de comisiones. 

  • Comisión de apertura: se cobra en el momento de conceder la hipoteca y permite hacer frente a los gastos que implica poner el dinero a disposición del cliente. Nunca ha estado limitada por ley, pero desde la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, siempre debe incluir los gastos de estudio, que antes se cobraban por separado. En cualquier caso, recuerda que hay bancos que no la cobran, como sucede con COINC.
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  • Comisión por amortización anticipada: es la que se paga cuando quieres devolver tu deuda o una parte de ella antes del plazo hayas acordado con el banco. La nueva ley hipotecaria la limita de la siguiente manera: si se trata de una hipoteca fija, el banco podrá cobrarte un 2% durante los 10 primeros años y  hasta un 1,5% a partir del undécimo (aunque solo podrá hacerlo si la amortización implica una pérdida financiera para la entidad). En el caso de las hipotecas variables, cada banco tendrá la opción de elegir entre una de estas dos fórmulas: pueden cobrarte un 0,15% durante los cinco primeros años de vida de la hipoteca (y nada partir del sexto año) o bien cobrarte un 0,25% los tres primeros años (y nada a partir del cuarto). Ahora bien, en el mercado existen hipotecas que no cobran nada por amortización anticipada, como, por ejemplo, la Hipoteca Naranja Variable de ING o la Hipoteca Pibank de Pibank
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  • Comisión por novación: es la que se paga cuando quieres modificar algún aspecto de tu préstamo hipotecario, como cambiar de hipoteca variable a fija o conseguir una ampliación de tu hipoteca. Si quieres cambiar de tipo hipotecario, tu banco no podrá cobrarte más de un 0,15% durante los tres primeros años de vida de la hipoteca (y nada a partir del tercero). Si lo que quieres es ampliar el plazo, la comisión máxima que pueden cobrarte es del 0,1%. Eso sí, como en el caso de las comisiones de apertura o amortización anticipada, algunas entidades cobran comisión por novación y otras no. 

PRÉSTAMOS AL CONSUMO

En el caso de los préstamos al consumo, puedes incurrir en tres tipos de comisiones o gastos:

  • Comisión de apertura: no está limitada por ley, y puede suponer una cantidad fija en euros o un porcentaje de la cantidad que pidas. Como con cualquier otra comisión, hay entidades que la cobran y otras que no. 
  • Comisión por cancelación o reembolso anticipado: al igual que sucede con las hipotecas, los bancos solo pueden cobrarte una cantidad máxima si decides devolver anticipadamente el dinero que debes. Ese tope dependerá del tiempo que quede hasta que finalice el plazo de amortización: si queda más de un año, se podrá aplicar hasta un 1%; y si queda menos, un 0,5%. Eso sí, hay productos en los que no se cobra nada por esta operación, como sucede con el Préstamo Wanna de Wanna, uno de los mejores préstamos personales del mercado, que no cobra por la apertura, ni por el estudio, ni en caso de devolver tu deuda antes de tiempo.
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  • Intereses de demora: aunque no son estrictamente una comisión, sí actúan como una penalización al cliente en caso de que este se retrase a la hora de devolver su deuda. En este sentido, debes saber que también tienen ciertas limitaciones. Si te retrasas en el pago de un préstamo, tu entidad no podrá cobrarte más de dos puntos porcentuales por encima del interés normal que estuvieras pagando. Es decir, si estabas abonando un 11% TIN (Tipo de Interés Nominal), no deberían cobrarte más del 13%. 

DEPÓSITOS A PLAZO FIJO

Si decides rescatar el dinero que tienes en un depósito antes de que venza el plazo acordado tu banco podrá aplicarte una comisión por cancelación anticipada. Eso sí, no podrá ser superior a los intereses brutos (sin descontar los impuestos) que hayas recibido hasta entonces. Es decir, como mínimo podrás recuperar todo el dinero que depositaste.

3. El banco tiene que respetar unos plazos si hace cambios en las comisiones que te cobra

Si tu banco decide cambiar las comisiones que te está cobrando, por ejemplo, por tener una de sus cuentas corrientes o cuentas remuneradas, tendrá que comunicártelo siguiendo las indicaciones que marca la normativa:

  • Si ese cambio te favorece (porque, por ejemplo, se elimine una comisión) podrá aplicarlo de inmediato y deberá informarte en la primera comunicación que te remita.
  • Si no te beneficia (por ejemplo, porque va a subir las comisiones que cobra), tendrá que avisarte con dos meses de antelación y deberá hacerlo de forma individualizada y en papel u otro formato duradero.

4. Hay comisiones bancarias que se cobran en forma de porcentaje, pero sujeto a un mínimo en euros

Un buen número de comisiones bancarias suelen estar expresadas en forma de porcentaje, como ocurre con las comisiones de apertura de un préstamo o el coste por sacar de cajeros automáticos con tarjeta. En esos casos, es necesario que te fijes si ese porcentaje está sujeto a un mínimo en euros. 

Por ejemplo, imagina que tu tarjeta de débito te cobra un 2% por sacar dinero de otro banco, sujeto a un mínimo de 2 euros, y que quieres extraer 20 euros. El 2% de la cantidad que quieres sacar equivale a 0,40 euros. Sin embargo, como la comisión tiene un mínimo obligatorio de 2 euros, esa será la cantidad que finalmente te apliquen por la operación.

5. Los requisitos para librarte de las comisiones de las cuentas bancarias pueden ser muy diferentes de un banco a otro

A la hora de elegir una cuenta bancaria es posible que te encuentres con productos que te exigen una elevada vinculación para librarte de las comisiones más habituales. Es lo que sucede, por ejemplo, con la Cuenta Santander One de Banco Santander, que (en su versión Estándar), exige que el cliente domicilie una nómina o pensión y tres recibos (o que use seis veces la tarjeta), y cuente con un producto de ahorro o un seguro. 

Otras cuentas sin comisiones solo te pedirán que domicilies la nómina para poder contratarlas, como ocurre con la Cuenta Nómina de ING Direct, la Cuenta Nómina de Openbank o la Cuenta Nómina de Self Bank.

Además, en el mercado también hay ofertas que no te cobrarán ninguna comisión y tampoco te exigirán que cumplas con ninguna condición a cambio, como sucede con la Cuenta MyInvestor de MyInvestor, la Cuenta Inteligente de Evo Banco y la Cuenta Clara de Abanca, que lideran nuestros rankings de mejores cuentas sin comisiones y mejores cuentas corrientes sin nómina

6. Las transferencias sin comisiones pueden tener límites

Entre las ventajas de muchas cuentas sin comisiones está la de poder realizar transferencias bancarias de forma gratuita. No obstante, debes pararte a leer la letra pequeña de este tipo de beneficios porque, en algunos casos, podría haber limitaciones. 

Por ejemplo, casi todos los bancos te permiten hacer transferencias gratis dentro del área SEPA (Single Euro Payments Area, por sus siglas en inglés). Sin embargo, si quieres realizar una transferencia a un país situado fuera de esta área, sí que tendrás que pagar comisiones: en concreto, un cargo por realizar la propia operación, otra por usar el sistema SWIFT (que es mecanismo de intercambio de fondos internacional) y otra por el cambio de moneda.

Además, las transferencias dentro de la zona euro suelen tardar al menos un día hábil, y la mayoría de bancos te cobrarán por realizar una transferencia instantánea. Sin embargo, existen entidades, como Orange Bank y Pibank, permiten a sus clientes realizarlas sin pagar nada por ello. 

También cabe destacar que algunos bancos te ofrecen solo un número determinado de transferencias gratis al mes, y empiezan a cobrarte por ellas una vez que lo superas. Por ejemplo, una entidad puede dar a sus clientes la opción de hacer 10 transferencias gratis al mes, pero cobrarles una comisión de dos euros a partir de la undécima. 

Por último, recuerda que, con el avance de la digitalización, cada vez hay más entidades que quieren que sus clientes operen exclusivamente online, y, por eso, les permiten hacer transferencias online gratis, pero les cobran comisiones si quieren operar en oficina. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de la Cuenta Online Sin de Liberbank, que ofrece transferencias online gratis dentro de la zona SEPA, pero cobra una comisión de dos euros por realizarlas en oficinas.

7. Tu entidad podría cobrarte por la cuenta que utilices para pagar la hipoteca

Hasta 2012, los bancos no podían cobrarte comisiones por la cuenta que hubieras abierto para pagar una hipoteca, o por la que hubieras tenido que contratar para cobrar los intereses de un depósito. Sin embargo, con la entrada en vigor de una nueva normativa sobre transparencia, la situación ha cambiado. 

A día de hoy, los bancos que exijan tener una cuenta vinculada a productos como préstamos, hipotecas o depósitos sí podrán cobrar comisiones por mantener ese depósito a la vista. Sin embargo, solo podrán hacerlo si cumplen con unos determinados criterios de transparencia: por ejemplo, que se informe previamente a los clientes sobre esos cobros, que esos datos estén reflejados en el contrato y que la entidad no pueda cambiar unilateralmente las comisiones. 

8. Las tarjetas y préstamos sin intereses pueden cobrar comisiones ocultas

Aunque algunas entidades comercializan préstamos y tarjetas de crédito que ofrecen financiación sin intereses, este tipo de ofertas puede tener truco: que una tarjeta o préstamo no cobre intereses no significa necesariamente que sea gratis, ya que en muchas ocasiones estos productos tienen comisiones ocultas que incrementan el coste real de la operación. 

Por eso, para calcular los intereses que pagarás por un préstamo o por cualquier otro producto de financiación (o lo que realmente conseguirás con un depósito), es conveniente que emplees un indicador denominado Tasa Anual Equivalente o TAE. Este toma en consideración el TIN del préstamo, las comisiones, el plazo de amortización y la cantidad de dinero que quieras solicitar, ofreciéndote una imagen más completa del coste real de la operación de la que obtendrás si solo te fijas en los intereses. Por ejemplo, un préstamo personal de 5.000 euros a devolver en un año, con un interés (TIN) del 0% y una comisión de apertura de 150 euros, tendría un TIN del 0% (porque no pagas intereses), pero una TAE del 5,81%. 

9. Algunas comisiones solo son gratuitas durante un tiempo limitado

Es habitual encontrar en el mercado productos bancarios que se publicitan como libres de comisiones. Sin embargo, en algunas ocasiones, esta ausencia de comisiones solo aplica durante un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, si contratas la Cuenta Corriente de CaixaBank, no tendrás que pagar ningún tipo de comisión ni respetar requisitos de vinculación durante el primer año. Sin embargo, a partir del segundo, se te cobrará una comisión de mantenimiento de 20 euros al mes por tu cuenta y una de 50 euros al mes por la tarjeta de débito asociada si no respetas los requisitos del Programa Día a Día de la entidad:

  • En primer lugar, tendrás que domiciliar ingresos regulares (una nómina mínima de 600 euros al mes o una pensión mínima de 300 euros al mes) o tener un saldo superior a 20.000 euros en determinados productos (fondos de inversión, carteras de fondos, carteras gestionadas, seguros de ahorro y planes de pensiones individuales).
  • Además, tendrás domiciliar tres o más recibos o realizar tres o más compras con tarjetas de crédito de Caixabank.

Del mismo modo, es habitual encontrar en el mercado tarjetas de crédito que no tengan comisión de emisión, pero sí comisión de mantenimiento. Esto quiere decir que el primer año te saldrán gratis, pero que, a partir del segundo, tendrás que pagar por ellas. 

10. En el mercado existen bancos sin comisiones

A día de hoy, es posible encontrar entidades que no te cobren comisiones por sus productos bancarios. Por ejemplo, hay numerosos bancos sin comisiones por tener una cuenta, como EVO Banco, Openbank, imaginBank, ActivoBank,  Self Bank, Bankia, Liberbank, Abanca, N26 y BBVA. En todos ellos podrás contratar una cuenta que no te cobre nada por los servicios más habituales (mantenimiento, administración, transferencias, etc.) y tampoco te exija nada a cambio.

También existen bancos sin comisiones en sus hipotecas fijas y variables (es decir, sin cargos por apertura ni por amortización anticipada, tanto parcial como total), bancos sin comisiones en sus préstamos personales (sin comisiones de estudio ni de apertura ni por amortización anticipada, como el Préstamo Wanna) y bancos sin comisiones en sus tarjetas de crédito (es decir, sin comisión de emisión ni de mantenimiento). Eso sí, recuerda que, al solicitar estos productos de financiación, estarás pidiendo dinero prestado al banco, por lo que, aunque no tengas que pagar comisiones fijas, lo más probable es que sí que tengas que pagar intereses a la entidad bancaria o empresa especializada que te los conceda.

 

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