Cambiar de operador de telefonía e Internet: cuánto se tarda y cuánto cuesta

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Cambiar de operador de telefonía e Internet es muy sencillo, ya que tu nueva compañía se encargará de la migración de tu línea de móvil en caso de que quieras conservar tu número y solo tendrás que solicitar la baja de tu antiguo plan de Internet y esperar a la instalación de la que hayas contratado para tener en funcionamiento el servicio. Por norma general, no hay costes asociados al cambio, aunque puedes tener que asumir algunos pagos en caso de incumplir la permanencia u otras condiciones de tu contrato actual.

Mudarse de operador es cada vez más sencillo: en los últimos años los plazos de espera para cambiar de operador de telefonía móvil e Internet se han reducido y en apenas unos días puedes tener ya activa tu nueva tarifa. Acotando fechas, una portabilidad de móvil o de fijo lleva un día hábil (aunque el envío de la SIM puede retrasar el trámite a dos o tres días), pero la instalación de la banda ancha fija puede llevar más días hasta que recibas el router o el técnico de la compañía ponga en marcha tu línea (normalmente se fijan unos siete días de periodo máximo, pero en algunos casos, como cuando la fibra es indirecta y puede precisar de la acción de dos instaladores, puede alargarse a dos o hasta tres semanas, si bien lo habitual es que el plazo sea más corto).

Por otro lado, siempre que estés libre de permanencia y de que devuelvas tu antiguo router en el tiempo que estipule tu contrato no deberías tener que asumir ningún cargo, más allá de que tu nuevo operador pueda hacerte algún cobro por el alta si así lo indica en sus condiciones. En cualquier caso, para que no te eche atrás el miedo al cambio, en Kelisto hemos repasado cuánto se tarda y cuánto cuesta irse a otro operador de telefonía móvil e Internet.

Pasos para cambiar de compañía de telefonía móvil

El plazo previsto para el cambio de compañía de telefonía (tanto en portabilidades móviles como fijas) por la legislación vigente es de un día hábil. Este empieza a contar desde el momento que el usuario llega a un acuerdo con el nuevo operador. En los casos en los que la SIM debe mandarse por correo, sin embargo, el proceso puede retrasarse hasta que se reciba la nueva tarjeta. De esta forma, se evita que el usuario se quede sin línea. Los pasos a seguir para hacer el trámite son los siguientes:

  1. En primer lugar, solo tienes que elegir tarifa y darte de alta (necesitarás un número de cuenta y tu número de identificación). En este paso se te preguntará si quieres una portabilidad. Es decir, si quieres conservar tu número de teléfono.
  2. Si has solicitado una portabilidad, tu compañía recibirá la petición por parte del nuevo operador y tramitará la baja de los servicios de forma automática. En caso de que no hayas solicitado portabilidad, tendrás primero que darte de baja primero con su compañía actual. Este aspecto es importante, ya que no basta con contratar el nuevo operador para que se cancele tu anterior tarifa.
  3. El proceso de portabilidad no suele tener ningún coste para el usuario. El operador te dará un margen de unas horas antes de que se haga el cambio de línea de una compañía a otra por si te echas atrás. Además, el cambio suele hacerse de madrugada para evitarte cualquier inconveniente.

Es importante que tengas en cuenta que, aunque cambiar de compañía de telefonía no implica de por sí gastos para el usuario, sí que podrían aplicarte una penalización en caso de que tuvieras permanencia. Los compromisos no son habituales en las tarifas de solo móvil, pero si tu línea está vinculada a la compra a plazos de un dispositivo que todavía no ha terminado de pagarse o a una línea de fijo, es posible que sí estés sujeto a este requisito. Otro gasto adicional con el que podrías encontrarte es el del envío de la SIM.

Pasos para cambiar de compañía de Internet y fijo

Los pasos para cambiar de compañía de Internet y fijo son poco y muy sencillos, aunque hay ciertas cuestiones que es importante que tengas presente:

  1. Los usuarios pueden cambiar de operador de telefonía fija en un solo día laborable solicitando portabilidad. Este proceso permite irse a otra operadora gratuitamente conservando el mismo número. Sin embargo, en el caso de tarifas de banda ancha fija con telefonía, el plazo máximo es de seis o siete días. Esto se debe a que los operadores –tanto el que pierde el cliente como el que lo gana- han de realizar trabajos extraordinarios en la central telefónica para proveer el servicio de banda ancha.  Por otro lado, en algunos casos los operadores se cubren las espaldas estableciendo plazos de hasta 21 días, sobre todo si la instalación es más compleja o exige la visita de varios técnicos (ejemplo de ello es cuando se instala fibra indirecta), pero lo normal es que el proceso no se alargue tanto.
  2. En el caso de la portabilidad fija, el operador que gana el cliente está obligado a informar al usuario del día límite para cancelar su portabilidad. Para hacerlo, deberá dirigirse a él y no a la compañía que tenía en un principio. Recuerda, eso sí, que algunas compañías pueden cobrarte un extra por los servicios ya prestados si cancelas la portabilidad a la nueva línea.
  3. Si tu paquete de telefonía fija está ligado a una tarifa de Internet, recuerda que tendrás que solicitar la baja a tu antigua compañía para que deje de cobrarte (normalmente puede solicitarse a través de un formulario disponible en las web de los operadores). Además, ten en cuenta que al cancelar una tarifa estarás dando de baja todos los servicios del paquete (líneas de móvil, televisión de pago, suscripciones a plataformas, etc.).
  4. Para evitar este tipo de gastos adicionales, te aconsejamos asegurarte de que realmente te interesan las condiciones de una oferta antes de contratarla. Como muchas veces nos olvidamos de mirar la letra pequeña, en nuestro comparador de tarifas de fibra y móvil encontrarás las claves más importantes de cada plan y lo que debes tener en cuenta antes de adquirirlo.

Además, como con las tarifas de móvil, tendrás que comprobar si estás sujeto a permanencia y si debes devolver algún equipo. Por ejemplo, lo normal es que tengas que entregar el router en un periodo determinado para que no te lo cobren.

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