Consejos para entender la factura del gas

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La factura de gas es casi tan compleja como la de la luz, aunque goza de mejor fama. Kelisto te ayuda a entender lo que dice tu factura y cómo puedes ahorrar en tu consumo.

La factura de gas se presenta de distinta forma en función de quién sea tu empresa suministradora. Por lo general, en una o dos páginas encontrarás los datos esenciales del suministro, un desglose de las distintas partidas que pagas e información complementaria, como los habituales gráficos mensuales de consumo y los números de teléfono para tramitar reclamaciones.

¿Qué compone tu factura del gas?

Antes de explicar cómo funciona tu factura del gas hay que tener en cuenta que cada comercializadora la distribuye de una manera distinta, por lo que los datos que puedes encontrar en una factura de Endesa, por ejemplo, no tienen por qué coincidir con los de una factura de Iberdrola. Sin embargo, todas ellas tienen en común una serie de aspectos que, independientemente de dónde y cómo se sitúen dentro de la factura, siempre van a aparecer:

Datos del cliente

En la primera página las facturas para las mejores tarifas de gas lo primero que sueles encontrar son tus datos personales, así como los datos de tu consumo. Entre esta información se encuentra el nombre del titular del suministro, el DNI de dicho titular, el periodo de facturación y la referencia del contrato de suministro.

Algunas compañías añaden a esta información los datos bancarios, como el número de cuenta y la entidad a la que se va a cargar el cobro de la factura, y el código CUPS. Otras comercializadoras ofrecen esta información en otro apartado dentro de la factura.

Total a pagar y resumen de la factura del gas

En esta primera página también se suele encontrar la cantidad total que tendrás que pagar por tu consumo de gas. Junto a esta suma, se adjunta información resumida acerca del consumo, que se divide en:

  • El término fijo: se paga mes a mes, se consuma o no. Es el precio que se paga por la conexión a la red nacional por la que viaja el gas que llega a España. Este precio es regulado por el Gobierno cada tres meses, y dependerá de la tarifa que tengas contratada con tu comercializadora.
  • El término variable: corresponde a la energía que consumes, en este caso el gas, y se expresa en kWh. Este término se calcula multiplicando la energía consumida (kWh) por el precio que hayas contratado con tu distribuidora.
  • Alquiler del contador: la factura incluye también el coste del alquiler del contador. El más extendido en los hogares tiene un coste de alquiler algo superior a dos euros al mes.
  • Impuestos: incluyen el IVA (21%) y el impuesto de hidrocarburos, denominado también céntimo verde, que se aplica sobre los kWh del gas natural que consumes para la calefacción de uso doméstico.
  • Servicios: al margen del consumo puedes contratar otros servicios asociados al suministro de gas natural, como la reparación de averías, las revisiones o el mantenimiento de la instalación. En algunos casos, estos servicios pueden incluso superar una tercera parte del importe final de la factura alcanzando los 175 euros al año. Antes de contratar tu tarifa de gas barata, lee bien el contrato para saber si lleva asociada la contratación de servicios adicionales que pueden encarecer tu factura.

Gráficos sobre la evolución del consumo

En la factura del gas también es habitual incluir gráficos sobre el consumo para que el cliente pueda ver cómo ha ido evolucionando este. Estos gráficos pueden mostrar el consumo en los últimos meses, en el último año o, incluso, en el los últimos dos años. Su función es mostrar al cliente los meses o periodos de facturación en los que ha consumido más o menos.

En el caso del gas, su estacionalidad es evidente y mucho más cuando la calefacción del hogar depende de este combustible. Por eso, no es de extrañar que el gasto se dispare en los meses de frío e incluso pueda cuadruplicar el contabilizado en los meses más calurosos. Es aquí donde tus hábitos de consumo y la adopción de medidas de ahorro, como limitarnos a la temperatura de confort o evitar las subidas drásticas de calefacción, son fundamentales para ahorrar en la factura.

Datos de contacto y atención al cliente

Por último, las facturas del gas suelen incluir datos para contactar con la distribuidora en caso de querer resolver algunas dudas.

¿Cómo cambiar de compañía de gas?

Si quieres cambiar de compañía, basta con realizar una llamada telefónica o una gestión por Internet. Para hacer el cambio necesitarás el DNI del titular, tu número de teléfono, nombre y el código CUPS. El cambio es gratuito y se debe gestionar en un plazo máximo de tres semanas. Cuando suscribes un contrato con una nueva comercializadora, esta se encarga de tramitar el cambio y de realizar las gestiones necesarias. Cambiar de compañía no implica cortes en el suministro ni la necesidad de cambiar ningún equipo en casa.

No es conveniente dar de baja el servicio y después contratar el suministro de gas con una nueva empresa ya que podrán cortarte el servicio durante algunos días y el coste será mayor, ya que la nueva compañía lo considerará un inicio de suministro. 

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