Si el inquilino deja de pagar el alquiler, el seguro cubre las mensualidades. Según la póliza y la opción que escojas, quedan cubiertos de seis a 24 meses.
Si necesitas litigar, los seguros de impago de alquiler te ofrecen abogado y procurador propios o cubren los gastos de los designados por el asegurado.
Cuando los arrendatarios cometen destrozos en la vivienda, el seguro de impago de alquiler cubre los gastos de reparación y rehabilitación, generalmente con una franquicia de 300 euros.
El seguro cubre las deudas pendientes de agua, luz y gas si el suministro sigue a nombre del arrendador, o se encarga del cambio de titularidad permanente.
En caso de desahucio, la póliza abonará el pago a un profesional para que cambie la cerradura de acceso al inmueble. Algunos seguros también lo cubren sin necesidad de desalojo.
Esta cobertura no está incluida en algunos seguros. Los que sí cuentan con ella se encargan de abonar la limpieza del piso si se ha producido un desahucio.