MENU

Tarjetas de Débito

Encuentra las mejores tarjetas de débito sin comisiones con nuestro comparador.

Encuentra las mejores tarjetas de débito entre nuestras ofertas

Tarjeta de Débito Open Debit

Producto Tarjeta de Débito Open Debit de Openbank

Tarjeta de Débito Open Debit

Openbank

Cuota

Gratis

Primer año

Pago aplazado

No

Valoración Kelisto

  • Retirada gratis en más de 7000 cajeros
  • Cuota de alta gratuita
  • Sin cuota de renovación

Tarjeta Revolut Estándar

Producto Tarjeta Revolut Estándar de Revolut

Tarjeta Revolut Estándar

Revolut

Cuota

Gratis

Primer año

Pago aplazado

No

Valoración Kelisto

  • Retirada gratis en más de 8767 cajeros
  • Cuota de alta gratuita
  • Sin cuota de renovación

Tarjeta N26

Producto Tarjeta N26 de N26

Tarjeta N26

N26

Cuota

Gratis

Primer año

Pago aplazado

No

Valoración Kelisto

  • 2º Mejor Banco de España según Forbes
  • Retirada gratis en más de 13524 cajeros
  • Cuota de alta gratuita
  • Sin cuota de renovación

¿Qué es una tarjeta de débito?

 

Las tarjetas de débito son medios de pago que permiten que un usuario disponga del dinero que tiene en una cuenta bancaria. Al contrario de lo que sucede con las tarjetas de crédito, con una tarjeta de débito el usuario solo podrá utilizar el dinero que haya depositado en su entidad financiera: es decir, el banco no le adelantará efectivo, sino que solo podrá disponer de los ahorros que realmente tenga.

 

En caso de que un consumidor utilizara este medio de pago, pero se quedara sin fondos, podrían suceder dos cosas: o bien, que no pudiera seguir utilizando su tarjeta de débito o bien que el banco le dejara seguir disponiendo de una cierta cantidad de dinero, pero a cambio del pago de una comisión. Ese cargo se aplicaría porque el usuario, tras realizar la operación, dejaría su cuenta en números rojos, por lo que tendría que abonar una comisión por descubierto. Esta comisión se articula de distintas maneras: por un lado, la entidad aplicará un cargo por el mero hecho de dejar la cuenta sin fondos (notificación por descubierto); a continuación cobraría un porcentaje fijo sobre la mayor cantidad adeudada (comisión sobre el saldo deudor); y, por último, le cobraría intereses de demora, un porcentaje que se aplica sobre la deuda total que mantenga el usuario.

 

¿Para qué se pueden utilizar las tarjetas de débito?

 

Las más utilidades más frecuentes de este medio de pago son:

 

- Pagar en comercios: las tarjetas de débito permiten pagar en una gran mayoría de los comercios de todo el mundo, normalmente a través de datafonos, es decir, dispositivos que permiten realizar el cobro y que garantizan la seguridad de la operación al solicitar al usuario que introduzca su PIN o clave de seguridad antes de realizar el abono. Ahora bien, el consumidor debe saber que los comercios no están obligados a aceptar el pago con tarjeta de débito. Eso sí, en caso de que no lo hagan, tendrán que avisar a sus clientes mediante una notificación situada en un lugar visible del establecimiento.

 

- Sacar dinero de cajeros: los consumidores tienen a su disposición una red de más de 50.000 cajeros en toda España para poder disponer de efectivo utilizando cualquier tarjeta de débito. Los cajeros del territorio nacional pertenecen a tres redes: Servired (la más numerosa), Euro6000 y 4B, y utilizar sus dispensadores puede tener un coste para el usuario. Lo habitual es que los bancos no cobren a sus clientes por sacar dinero con tarjetas de débito en su propia red de cajeros. Ahora bien, salvo determinadas excepciones, sí les aplicará un cargo cuando saquen de dispensadores de la misma red (pero de otros bancos) o de una red distinta. Normalmente, esas comisiones que tendrán que pagar se expresan en forma de porcentaje sobre la cantidad extraída, sujeto a un mínimo en euros: por ejemplo, un 3%, sujeto a un mínimo de 3,5 euros. Además, los cargos suelen ser superiores cuando se saca dinero de otra red distinta. Pese a que esta es la política de comisiones más generalizada, en el mercado existen tarjetas de débito con las que se puede sacar  gratuitamente de cualquier cajero del territorio nacional (y, en algunos casos, también del extranjero). Eso es lo que sucede, por ejemplo, con los plásticos de EVO Banco o de Banco Mediolanum.

 

- Comprar en Internet: las tarjetas de débito y, sobre todo, las de prepago se han convertido en una de las herramientas más frecuentes para abonar las compras online, por su facilidad de uso y la seguridad que proporcionan al consumidor.

 

¿Qué requisitos hay que cumplir para solicitar una tarjeta de débito?

 

Normalmente, los requisitos para solicitar una tarjeta de débito no son demasiado exigentes: basta con que el cliente abra una cuenta en una entidad y pida el envío del plástico. Si todo está en orden, en unos días lo recibirá en su domicilio.

 

¿Qué tener en cuenta antes de contratar una tarjeta de débito?

 

Si te estás planteando hacerte con una tarjeta de débito, es importante que prestes atención a distintas cuestiones:

 

- Las comisiones: aunque en el mercado abundan las tarjetas de débito gratuitas, también existen ofertas que cobran, por ejemplo, por la emisión o el mantenimiento de este tipo de plásticos.

- El coste por duplicado: es muy común que, si pierdes o te roban la tarjeta, las entidades emisoras de tarjetas de débito te cobren por hacerte un duplicado.

- Las ventajas adicionales que te ofrezcan: muchas tarjetas de débito incluyen programas de descuento (en viajes, gasolina…) que es interesante que conozcas para poder sacarles el mayor partido posible.

 

¿Qué comisiones pueden tener las tarjetas de débito?

Una tarjeta de débito puede aplicar distintas comisiones a sus usuarios, aunque en algunos casos es posible librarse de ellas mediante la domiciliación de una nómina en la entidad.  Los costes más habituales que tendrán que asumir los usuarios de estos medios de pago son:

 

1. La comisión por emisión y renovación

Se trata de un cargo que las entidades aplican cuando entregan una tarjeta de débito al consumidor. Normalmente, el cargo por emisión se cobra una vez (cuando se contrata la tarjeta) y el de renovación, una vez al año, o bien, semestral o trimestralmente dependiendo de las condiciones que figuren en el contrato. Si el usuario necesita solicitar una tarjeta secundaria también tendrá que pagar las mismas comisiones. Es más, algunas entidades eximen al cliente del pago de estos cargos cuando contratan una primera tarjeta, pero sí le obligan a abonarlos cuando piden una tarjeta adicional.

 

2. La comisión por retirada de cajeros

Además de las cuestiones analizadas previamente, el consumidor debe tener en cuenta otra serie de aspectos relacionados con esta comisión:

  • El cargo que una entidad cobre por extraer dinero del cajero con tarjeta de débito debe mostrarse en la pantalla del dispensador para informar al consumidor de cuál será el coste de la operación. Además, debe darle la oportunidad de rechazar la extracción si considera que no quiere abonar esta comisión.
  • La normativa europea determina que los bancos de un Estado miembro no pueden cobrar por sacar en cajeros del extranjero  una comisión superior a la que aplican en territorio nacional. Por tanto, lo que suele suceder con más frecuencia es que la comisión por sacar dinero en dispensadores de países comunitarios es igual a la que los bancos aplican por sacar de cajeros de otras redes en territorio nacional.

 

3. La comisión por consulta de saldo en cajeros

Funciona de una forma muy similar a la que se aplica por sacar dinero en cajeros de una red distinta a la del banco o de la misma red, pero en distinta entidad. Normalmente, un banco nunca cobra a sus clientes por hacer consultas de saldo con tarjetas de débito en dispensadores propios. Ahora bien, si lo hacen en cajeros de la misma red (pero de otra entidad) o de redes distintas, es habitual que cobren un cargo, que suele ser una cantidad fija expresada en euros.

 

¿Qué comisiones hay que pagar por usar las tarjetas de débito en el extranjero? 

 

Comisiones por uso de tarjeta de débito en países de la Zona Euro

 

Cuando un consumidor saca dinero de un cajero con tarjetas de débito en países como Francia, Bélgica o Alemania, tendrá hacer frente al pago de una comisión que, como explicábamos previamente, no puede ser superior a la que se aplica en el país de origen.

 

Si se usan para pagar compras, no habría que hacer frente al pago de ningún cargo, ya que la operación no tendría coste, al igual que sucede en España.

 

Comisiones por uso de tarjeta de débito en países fuera de la Zona Euro 

 

Fuera del territorio donde se utiliza la moneda única, las comisiones por el uso de tarjetas de débito se multiplican. Por un lado, si se saca dinero en cajeros, el usuario tendrá que abonar un coste que normalmente es mayor al que se cobra en la Eurozona. Eso sí, al igual que ocurre en países donde se usa la moneda común, la comisión se suele expresar en forma de porcentaje, sujeto a un mínimo en euros.

 

Además de eso, tanto las compras con tarjetas de débito como las  extracciones en cajeros de países como Estados Unidos o México tendrán un coste adicional: el de la comisión por cambio de divisa. Normalmente, este cargo se suele expresar en forma de porcentaje sobre la cantidad abonada o extraída, aunque hay bancos que también imponen una cifra mínima en euros.

 

Por último, hay que tener en cuenta que en algunos países se pueden aplicar unos costes especiales, conocidos como “surcharge fees” o tasas de recargo. Estos costes se aplican de banco a usuario (en lugar de hacerse de banco a banco, como ocurre con la mayoría de las comisiones), lo que impide que la propia entidad de la que el usuario es cliente pueda asumir este coste.  Hay que tener en cuenta que estas comisiones se aplicarán siempre, incluso si el cliente cuenta con una tarjeta de débito que no cobra por sacar en ningún cajero del mundo.

 

 Ventajas de las tarjetas de débito

 

- En el mercado abundan las tarjetas de débito gratis: en la mayoría de los casos, si abres una cuenta corriente con una entidad, podrás solicitar una tarjeta de débito gratis (es decir, sin comisión de emisión ni mantenimiento). Eso sí, es importante que prestes atención a la política de comisiones para saber qué te cobrarán por hacer operaciones con coste asociado como sacar dinero en el extranjero.

- No te endeudarás por utilizarlas: con las tarjetas de débito, solo tendrás acceso al dinero del que dispongas en tu cuenta bancaria, por lo que no corres el riesgo de quedarte en números rojos por utilizarlas.

- En algunos casos, tendrás acceso a programas de descuentos y ventajas adicionales: muchas tarjetas de débito del mercado dan a los usuarios acceso a programas de descuento y a otras políticas ventajosas, como la devolución de un porcentaje de las compras que se realicen

 

Inconvenientes de las tarjetas de débito

 

- Tienen  un límite de fondos: con una tarjeta de débito, solo podrás hacer compras y pagos si dispones de fondos en la cuenta bancaria asociada.

- No podrás aplazar las compras que realices con ellas: con las tarjetas de débito, abonarás tus compras de golpe en el momento en que las realices. Por tanto, no podrás ‘comprar ahora y pagar luego’, algo que sí permiten las tarjetas de crédito.

 

¿Qué diferencia hay entre una tarjeta de débito y una de crédito?

Las tarjetas de crédito permiten que un consumidor pueda disponer de un dinero (para pagar compras o extraer efectivo de cajeros) sin necesidad de tener saldo en su cuenta corriente, a diferencia del o que sucede con las tarjetas de débito.

 

A cambio de obtener este préstamo por parte del  banco, el consumidor se compromete a dos cosas: la primera, a devolver el dinero en un plazo de tiempo determinado (puede ser a principios del mes siguiente a la operación, o en varios plazos) y la segunda, a reintegrar unos intereses a su banco a cambio de saldo que le ha adelantado.

 

Otra de las diferencias entre una tarjeta de débito y una de crédito es que, cuando un consumidor solicita una tarjeta de crédito, su entidad le someterá a un análisis de riesgos para saber si dispone de un perfil adecuado para acceder a un determinado tipo de plástico. Además, este examen financiero permitirá determinar cuál es el límite máximo de crédito que una entidad puede conceder a su cliente a través de la tarjeta de crédito.

 

¿En qué se distinguen las tarjetas de débito de las tarjetas monedero? 

 

Al contrario de lo que sucede con una tarjeta de débito, las tarjetas monedero son sistemas de pago que permiten disponer de un saldo que previamente habrá sido cargado por el cliente. Es decir, no permiten tener acceso al dinero que tiene un consumidor en su cuenta (como ocurre con las tarjetas de débito), sino que es el consumidor el que tiene que cargar un cierto importe y ese será el límite máximo que podrá utilizar.

 

En los  últimos tiempos estas tarjetas han experimentado un notario desarrollo gracias a Internet. La necesidad de comprar de forma segura ha llevado a muchos usuarios a dejar de lado las tarjetas de débito y a optar por esta modalidad con la que, en ningún caso, el dinero que se mantiene en la cuenta bancaria podría peligrar.

 

¿Es lo mismo una tarjeta de débito que una tarjeta emitida por un comercio? 

 

Muchas grandes superficies emiten sus propias tarjetas de fidelización con las que el consumidor puede comprar y aplazar los pagos que realice en sus establecimientos y, en ocasiones, en cualquier tienda que desee. A la hora de contratarlas no hay que olvidar que no se trata de tarjetas de débito asociadas a la cuenta bancaria del cliente, sino que son plástico de crédito con los que el cliente se compromete a abonar unos intereses.

 

¿Qué medidas de seguridad debes tomar con tus tarjetas de débito?

 

Las tarjetas de débito son medios de pago muy útiles para evitar el manejo de efectivo y son opciones cómodas, por ejemplo, si se viaja al extranjero y no se desea cambiar de divisa. Sin embargo, disponer de una tarjeta de débito también expone al consumidor a algunos peligros, fundamentalmente relacionados a su uso fraudulento por parte de otras personas.

 

Para evitarlos se pueden seguir unas pautas que ayudarán a aumentar la seguridad:

 

Elige un PIN adecuado para tu tarjeta de débito

 

Cuando recibas tu tarjeta de débito en casa tendrás que elegir una clave de seguridad de cuatro cifras para poder autorizar los pagos o las extracciones en cajeros. Es lo que se conoce como código PIN y debe ser un número fácilmente recordable. Ahora bien, no olvides que nunca debes llevarlo anotado en tu cartera ni en ningún lugar que resulte muy evidente.

 

Cuidado con la firma de la tarjeta de débito

 

¿Firmar o no firmar las tarjetas de débito para extremar las precauciones? Esa es la eterna pregunta que se realizan muchos usuarios que cuentan con este medio de pago. Lo cierto es que hay mucha gente que opta por escribir “Pedir DNI” en el hueco destinado a la rúbrica para garantizar que el comercio donde realiza la compra se encargará de solicitar su identificación.  Ahora bien, en este sentido, el usuario debe tener en cuenta dos cosas: los contratos de algunas tarjetas exigen que se firme la tarjeta y en algunos establecimientos no se acepta el pago con tarjetas si estas no están firmadas.

 

Precauciones al usar tarjetas de débito

 

Cuando utilices una tarjeta de débito es conveniente tomar una serie de precauciones para evitar problemas:

 

  • Comprobar que la tarjeta está firmada, o bien, que se han escrito las palabras “Pedir DNI”
  • No llevar el PIN escrito en un lugar cercano a la tarjeta
  • No viajar con demasiadas tarjetas de débito o crédito si no se van a utilizar
  • Cuando se teclee el número secreto en un cajero, habrá que tapar con una mano el panel para evitar que otras personas puedan verlo
  • Si no utilizas con frecuencia las tarjetas de débito, comprueba regularmente que están en tu poder, así como los movimientos que se han realizado con ellas.
  • Apunta el número de teléfono que te ofrece tu banco para cancelar la tarjeta de forma que puedas localizarlo lo antes posible en caso de pérdida o robo
  • Si necesitas dar tu número de tarjeta por teléfono, extrema las precauciones si estás en un lugar público para evitar que alguien tome nota de  tus datos
  • Cuando realices compras por Internet, comprueba de que la web desde la que operas es una página web segura
  • Si en los justificantes de cobro de los establecimientos figuran tus datos personales, archívalos y procura no perderlos de vista
  • En lugares como bares o restaurantes, intenta no dejar la tarjeta para que te realicen el cobro: lo mejor es acompañar al camarero/a para realizar la operación o que te faciliten un TPV portátil de forma que toda la operación se pueda llevar a cabo en tu presencia
  •  

    ¿Qué hacer si te roban o pierdes tus tarjetas de débito?

     

    Dar los pasos adecuados y actuar con rapidez son cuestiones clave si te roban o pierdes una tarjeta de débito o de cualquier otro tipo. Sin embargo, no es fácil conocer todos los pasos a dar, cuál es la responsabilidad que tiene el consumidor o qué implicaciones puede tener el hecho de no seguir unas directrices adecuadas en una situación como esta.

     

    Estos son los pasos básicos que deberías seguir si crees que te han robado o has perdido tu tarjeta. Toma nota:

     

    1. Lo primero que debes hacer si detectas que algo ha ocurrido con tus tarjetas de débito es avisar a tu entidad de que las has perdido o de que te las han robado. De esa forma, tu banco podrá bloquearlas para evitar un uso indebido de las mismas. En este sentido, hay que tener en cuenta una cosa: la legislación determina que el consumidor tiene una responsabilidad de hasta 150 euros en estos casos. Es decir, si alguien realiza un uso fraudulento de la tarjeta, tu entidad puede rechazar  devolverte (como máximo) 150 euros. Ahora bien, si seguiste todos los pasos correctos para gestionar este tipo de situaciones, la entidad no podría imponerte esta limitación.

     

    2. Como mencionábamos anteriormente, es conveniente llevar el número de tu banco anotado en uno o varios sitios. Lo lógico es que no lo lleves en el mismo lugar en el que guardas tus tarjetas de débito, sino que elijas otro lugar. Además, debes tener en cuenta que en ocasiones pueden existir dos vías para telefonear a tu entidad: o bien llamar directamente al número que tenga habilitado el banco, o bien contactar con la emisora de la tarjeta (por ejemplo, Visa) y exponer lo sucedido para bloquear la tarjeta.

     

    3. Los bancos tienen la obligación de facilitar a sus clientes un número de teléfono gratuito para poder bloquear las tarjetas de débito y cualquier otro tipo de plásticos. Sin embargo, en muchos casos no sucede así. Si te encuentras en esa situación, debes saber que tienes derecho a reclamar ante tu entidad. Para ello, debes dirigirte, en primer lugar, al Defensor del Cliente de tu banco o al Servicio de Atención al Cliente. Si la entidad no te responde o no te convence la solución que te da en los plazos establecidos por ley (dos meses) debes saber que puedes continuar con el proceso poniendo una queja ante el Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Este departamento tendrá que darte una respuesta en un plazo máximo de seis meses. Ahora bien, sus decisiones no son vinculantes. Por tanto, aunque te diera la razón, sería el banco el que tendría la última palabra a la hora de decidir si quiere tomar alguna medida para compensarte o no.

     

    4. Tras contactar con tu banco para bloquear tu tarjeta de débito, recuerda que es importante revisar todos los movimientos que haya habido en tu cuenta. En caso de que veas algo raro, lo mejor es que vuelvas a contactar con tu entidad para ponerles en conocimiento de lo sucedido.

     

    5. Si sales de viaje al extranjero, consulta cuáles son los teléfonos a los que podrás llamar para bloquear tu tarjeta de débito caso de robo o pérdida, y apúntalos en algún sitio que puedas consultar fácilmente. Los números de teléfono para contactar con tu entidad desde fuera de España suelen ser distintos a los habituales y es esencial que cuentes con esa información. Además, es conveniente apuntar los de la compañía emisora de tus tarjetas, en caso de que tengas varias. De esta forma podrías cancelar varios plásticos haciendo una sola llamada. 

     

    ¿Hay que abonar  intereses por pagar con tarjetas de débito?

    No, al contrario de lo que ocurre con las tarjetas de crédito, con estos plásticos el consumidor no tiene que pagar ningún interés por recibir dinero. ¿La razón? Cada vez que se usa una tarjeta de débito, el banco quitará el dinero  gastado de la cuenta del cliente. Por tanto, el consumidor solo podrá gastar una cantidad equivalente al dinero que mantenga en la cuenta bancaria. Dado que no es necesario que la entidad preste dinero al consumidor, este no tendrá que pagar ningún interés por esta operación.