Los regalos de los bancos son, a ojos de Hacienda, rendimientos del capital mobiliario y, por tanto, hay que pagar impuestos por ellos, igual que sucede con los intereses de un depósito o de una cuenta remunerada.
Los adelantos de nómina son una alternativa a los préstamos y tarjetas de crédito, pero ni todos los bancos los ofrecen ni los que lo hacen te aplicarán las mismas condiciones.